Michael Ende es un autor de literatura infantil para adultos. Es decir, un niño puede leer sus obras y le encantarán y un adulto volverá con sus obras a ser como un niño.
En Momo, publicada en 1973, hace una profecía de nuestro tiempo: su palabra se cumple hoy. Los hombres grises han aparecido para robarnos el tiempo. Al hombre moderno, atrapado por los hombres grises, no le queda tiempo para nada: todo es ruido, comida rápida, amistades aparentemente muy bulliciosas que han perdido el sentido, mal humor, los niños ya no saben jugar...
Con Jim Botón y Lucas el maquinista, Michael Ende, su primera obra de éxito con la que consiguió en 1960 el premio de literatura infantil de Alemania, el autor nos enseña a disfrutar de las buenas y verdaderas amistades.
En La historia interminable (por favor, no vea la adaptación cinematográfica, que es horrible y no es la historia de Ende) nos sumergimos en un mundo fantástico con el protagonista Bastián Baltasar Bux. Es una historia formidable donde se pone de manifiesto la importancia de transmigrar y transponer: entrar en la historia para ahora llevarla a la propia vida. La simbología bautismal es indudable. Las buenas amistades también brillan en esta obra.
¡Buena lectura a pequeños y mayores!
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