Recomiendo vivamente esta película con el gran Gregory Peck.
Hay que buscarla en Internet para poder verla por alquiler o comprarla (si alguien la encuentra, que me lo diga para colgar el enlace).
Traducida como “Almas en la hoguera”, esta película protagonizada por Gregory Peck, narra la historia de un general, Frank Savage, quien es enviado a una base aérea de bombarderos estadounidenses en Inglaterra, que había sufrido una cantidad considerable de bajas en distintos bombardeos en territorio alemán. El predecesor de Savage, Davenport, es destituido por estar demasiado comprometido emocionalmente con sus soldados. Savage recibe la orden de hacer volar a sus hombres hasta el límite de lo conocido y, una vez llegados ahí, hacerles seguir volando.
Al llegar a la base, Savage se encuentra falta de disciplina, un personal desmoralizado. Al intentar poner orden, se encuentra con una revolución: todos los pilotos piden el traslado. Savage les hace ver en su breve discurso inicial que se nota que querrían descansar, que alguno tal vez crea que lo merezca. Pero esto es la guerra, y si ellos no combaten, ¿quién lo hará?
El general Savage comienza un entrenamiento intensivo, que comenzará a dar resultados, al notar las tripulaciones que sus aviones comienzan a ser menos blanco de los ataques de la Luftwaffe. El prestigio del general aumenta después de una misión, cuando logra regresar con su grupo intacto. Sin embargo, las solicitudes de traslado siguen en pie. Poco a poco, el general irá haciéndose con el respeto de sus hombres.
La película es interesante porque muestra dos puntos de vista. El punto de vista de los soldados, que de rebeldes pasan a mostrar respeto por su general: entienden y hacen propio su mensaje. Solo ellos pueden afrontar la guerra. Pedir el traslado, desertar, abandonar, es de cobardes. Junto a ello, muestra la debilidad del líder junto con su fortaleza: Savage comienza a volar en todas las misiones, que van sumando éxitos, hasta que acaba colapsando y quedando fuera de juego emocionalmente, incapaz de volar durante un tiempo. Y es que el líder no se puede subir en todos los aviones: su tarea es preparar a sus soldados para volar, sabiendo que son ellos quienes deberán asumir el mayor protagonismo.
La película no solo da una luz para aquellos con los que trabajamos, sino que puede ayudarnos a entender que esto es la guerra y si nosotros no asumimos el protagonismo y la visión de nuestros superiores, ¿quién lo hará?
Buen fórum.
Carlos Ojea.
Buen fórum.
Carlos Ojea.
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