Atención: leer esta reseña tras ver la película (Spoiler).
Gravity es una película de 2013, dirigida por el mejicano Alfonso Cuarón, que consiguió el premio al mejor director tanto en la gala de los Óscar (junto a otros seis premios) como en la de los Globos de Oro.
La Dra. Ryan Stone (Sandra Bullock) es una especialista en su primera misión a bordo del transbordador espacial Explorer. Acompañada por el veterano astronauta Matt Kowalski (George Clooney), quien está al mando de su última misión antes de retirarse, intenta durante un paseo espacial reparar el telescopio espacial Hubble. En un cierto momento, el Control de Misión en Houston advierte al equipo que la destrucción de un satélite ruso, cuyos escombros han provocado una reacción en cadena destruyendo otros satélites y formando una nube de desechos que avanzan hacia ellos a gran velocidad. En efecto, el transbordador espacial es alcanzado, produciéndose el desastre: tan sólo sobreviven Stone y Kowalski. Realizan entonces un paseo espacial hasta la Estación Espacial Internacional: durante el paseo, con Egipto y el Nilo al fondo iluminados de noche –a modo de éxodo– hablan de la vida de la Dra. Stone: ella perdió a su hija y, desde entonces, la vida se convirtió para ella en una terrible monotonía sin sentido, en conducir a ninguna parte: por eso viaja al espacio, porque le gusta la soledad y el silencio.
Al llegar a la Estación Espacial, se produce un nuevo accidente: se corta el cable con que ambos astronautas estaban unidos y, pese a que Stone le intenta salvar, Kowalski sale despedido al espacio, dándole las últimas instrucciones para que ella se salve. Stone entra en la Estación, pero la nave anclada tiene el paracaídas desplegado y está inutilizada para la reentrada. De forma que tiene que viajar con esta nave hasta la Estación Espacial China y allí coger una nave para volver a la tierra. Pero, para añadir más intensidad al drama, la nave de la Estación Espacial Internacional no tiene combustible. Stone se resigna a morir y apaga el suministro de oxígeno de la cabina con el fin de cometer un suicidio sin dolor. En ese momento Kowalski aparece fuera milagrosamente y entra en la cápsula: comienzan una pequeña discusión sobre cómo volver a la Tierra y entonces él le echa en cara: “¿quieres volver o no? Te entiendo: aquí arriba se está muy bien, puedes apagar las luces de la cabina, nadie puede hacerte daño. Pero si vuelves a la Tierra, tendrás que superar la muerte de tu hija”.
Gravity es, por tanto, un canto a la necesidad de las relaciones. La película comienza con esta frase: “A 600 kilómetros del planeta Tierra, la temperatura fluctúa entre +125º y 65º grados bajo cero. No hay sonido. No hay presión del aire. No hay oxígeno. La vida en el espacio es imposible”. Otra forma de decir: la vida en soledad es imposible. A raíz de la muerte de su hija, la Dra. Stone levantó un muro alrededor de sí misma, hasta el punto de ir al espacio, a la soledad. Su amigo, Kowalski, es capaz de hacerle afrontar el problema: el pasado no está ni para olvidarlo ni para ocultarlo, sino para aceptarlo y así poder integrarlo en la historia de una vida. La Dra. Stone huye de la Tierra, de la gravedad, buscando una aparente libertad que no encuentra. Precisamente en la gravedad, en los vínculos, es donde el hombre es plenamente libre.
Buen fórum.
Carlos Ojea.
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